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¿Qué es un retrato? Se contesta con un ensayo: un encadenamiento, una puesta en movimiento, una puesta en fracaso de la identidad. ¿Qué retrata un retrato? ¿Qué naturaleza honda y genuina aspira a captar el retrato? Preguntas. El avance sin respuestas, el desvelamiento (desnudamiento) de las falsas verdades nos da la pauta: la imagen congelada, el reino de la sugestión. Ahora lo múltiple: el retrato en movimiento, la imagen que se oye, una investigación sin objeto claro, la claridad del objeto que emerge cuando por fin me distraigo de mis intenciones y atiendo a la materia. Ante eso estamos. No ante una nueva forma de mirarnos y reconocernos, sino ante una nueva pregunta: ¿dónde estamos? Allá estamos: el observador solo puede saber del retratado su camino recorrido, jamás su consistencia presente. Intento de registrar lo perdido. Una mueca, el chasquido de la lengua y el paladar, dicen todo y no dicen nada en absoluto. Estos retratos en movimiento son una forma de intentar ver lo invisible. 

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